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Perros protectores de ganado: las claves en confiabilidad, fidelidad y protección

Un informe elaborado por especialista del INTA sobre perros protectores de ganado reveló que “la fidelidad, atención y protección del cachorro hacia la majada, se imprimen mediante un riguroso proceso de entrenamiento, denominado impronta, que se inicia desde el nacimiento del cachorro”.
“Durante este proceso se alienta al cachorro a socializar con los ovinos/ caprinos. De esta manera, la territorialidad y agresividad del cachorro estará dirigida hacia cualquier intruso que amenace la integridad de su majada/piño. Es importante que durante los primeros 14 meses de vida del cachorro, el productor dedique tiempo a observar cuidadosamente el comportamiento del perro. Cualquier tipo de desviación respecto de las tres conductas críticas antes descriptas, debe ser corregida inmediatamente para evitar problemas posteriores”, señalaron José María Garramuño, Franca Bidinost, Pablo Gáspero y Macarena Bruno Galarraga.

El estudio planteó tres ejes claves:

– Confiabilidad: para que el perro protector sea confiable no debe mostrar ningún tipo de conducta agresiva hacia los ovinos/caprinos. Ante el contacto con el ganado, el perro protector debe ser sumiso. Manifiesta esa actitud cuando al aproximarse a un ovino/caprino, lo hace con las orejas hacia atrás y los ojos entreabiertos, evitando el contacto visual directo.

– Atención y fidelidad: la atención consiste en que el perro permanezca la mayor parte del tiempo custodiando e incluso descansando junto a la majada/piño. Esto está íntimamente ligado a la fidelidad del perro a los desplazamientos y comportamientos de la majada/piño y al territorio que el perro establece en torno a la misma. Es importante que el perro se inserte y familiarice rápidamente con la majada/piño y establezca su territorio en torno a ella. Encontrar al perro durmiendo entre la majada o en sus inmediaciones es una buena señal de que se ha incorporado y se mantiene fiel a la majada/piño.

– Protección: esta aptitud está definida por la capacidad del perro de reaccionar ante cualquier desviación en el comportamiento rutinario de la majada/piño. Para ello es fundamental que el perro se muestre alerta a cualquier disturbio o potencial amenaza, esto le permitirá disuadir a los intrusos que amenacen a su majada/piño. La conducta 8 de protección se expresa como una respuesta instantánea, en la que el perro se aparta de la majada e interpone entre las ovejas/chivas y la amenaza, emitiendo ladridos direccionados a esta última.

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