Destacada 1

Lanzan protocolo de cría y recomendaciones para contar con perros protectores del ganado ovino

A través del Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires lanzaron un protocolo de cría y recomendaciones para contar con perros protectores del ganado ovino.
Los especialistas advirtieron que «la pérdida de ovinos por la acción de depredadores es, sin duda, uno de los principales problemas y restricciones que enfrenta hoy la producción a nivel provincial y posiblemente nacional».
Diferentes regiones de nuestro continente presentan incidencias de distintas especies de estos predadores, que en todos los casos generan pérdidas significativas para las economías de sus criadores. En nuestro país, algunos de estos enemigos de ovejas adultas y de corderos son animales domésticos
(perros), otros son considerados plaga dentro del territorio nacional (como es el caso del jabalí), por lo que su combate, aunque no siempre efectivo, es posible. «En muchos casos otros integrantes de la vida silvestre (pumas, zorros, caranchos, gatos salvajes, peludos, etc.), protegidos por las legislaciones vigentes, suelen ocasionar daños cuantiosos en las corderadas y por tanto mermas sustanciales en los resultados económicos de los establecimientos ovinos de la región», precisaron.
Y añadieron: «Esta problemática, generada en un complejo escenario, nos compromete fuertemente en la
búsqueda de herramientas que permitan controlar y minimizar la acción de estos agentes, posibilitando
la coexistencia de los recursos naturales con las majadas comerciales, en un marco de integración regional».
«En los últimos años, la incorporación de perros protectores de ganado para defensa de las majadas se ha afianzado como herramienta de control, y está demostrando ser una de las alternativas más atractivas por su gran eficacia contra todo tipo de depredadores. Es, además, una estrategia amigable con el entorno natural y social, permitiendo una pacífica convivencia con los vecinos y sus mascotas y sin efectos negativos sobre la fauna nativa, manteniendo un equilibrio estable en el que pueden coexistir en hábitats colindantes con nuestras majadas y por tanto con sus criadores», destacaron.
Desde el Ministerio manifestaron que la efectividad de este instrumento depende de la aplicación de algunas medidas prácticas.


Introducción a la formación de un buen perro protector de ganado

Instinto, educación y manejo son los tres componentes fundamentales que debemos buscar y aplicar para la formación de un muy buen perro pastor, a los efectos de minimizar pérdidas en capital productivo y evitar los conflictos sociales que muchas veces se producen cuando se aplican otros métodos de control de predadores.
Para que un perro pastor adulto cumpla adecuadamente con sus funciones de custodia, desde el momento de su nacimiento y hasta aproximadamente un año y medio de vida, necesita transitar por varias etapas en las que irá forjando su personalidad, su funcionalidad y su adaptación al medio en el que
se encuentre, con la paciencia como principal ingrediente para lograr extraer de él la manifestación de sus mejores instintos naturales.

Conducta natural del cachorro

El perro es descendiente del lobo, especie que en estado salvaje desarrolla una estructura social muy jerárquica. Toda manada de lobos tiene un líder dominante (macho y hembra) llamado alfa, quien establece las pautas de convivencia, en la cuales el liderazgo y la sumisión expresados en su propio comportamiento son reconocidas por todos sus miembros, garantizando la permanencia pacífica de
todo grupo.
Los expertos subrayaron que «el perro doméstico ha heredado en parte este comportamiento de su ancestro primitivo en una jauría; pero en cualquier raza de perros domesticados, el rol del alfa siempre debe ser ocupado por el ser humano».
«Los perros pastores poseen un instinto natural para la custodia de animales, poseen cualidades genéticas
que los diferencian de las otras líneas de perros domésticos y que los hacen especiales para esta tarea. Son perros de temperamento muy fuerte, altivos y orgullosos, muy confiados en sus propios instintos
y en sus virtudes. Muchas veces les cuesta responder a los llamados de sus dueños, pero son valientes y decididos a la hora de defender su territorio y su entorno y estarán siempre dispuestos a la defensa de sus bienes”.
Sin embargo, se muestran muy afectuosos con sus amos y sin duda necesitan de la compañía del hombre, a pesar de los prolongados períodos aislados del amo, debido a sus funciones

Elección de los cachorros

La guía resaltó que el proceso de conformación de esta nueva comunidad comienza con la elección de los cachorros. El instinto se hereda de los progenitores, por lo que se deben seleccionar aquellos individuos que provengan de padres muy funcionales, que presenten carácter independiente del hombre, aunque no reacios a vincularse con él y una tendencia natural a permanecer con las ovejas; vigilantes, atentos y celosos de las que tienen bajo su custodia.
«Por tanto, los ejemplares elegidos deben provenir de individuos que en el campo hayan demostrado
buen comportamiento, con un buen desarrollo físico y movilidad, rústicos en su adaptación al campo, de carácter amable con las ovejas y nobles con su familia humana. No es suficiente con hacerse de un cachorro de raza de pastor, debemos buscar hijos de muy buenos ejemplares integrantes de una
buena familia», argumentaron.
Y agregaron: «Se debe poner el máximo esfuerzo en evitar incorporar cachorros producto del apareamiento de ejemplares emparentados, evitando la endogamia o consanguinidad, que entre
otras cosas pueden aumentar la probabilidad de enfermedades genéticas (glauco, epilepsia, displasia de cadera, muertes neonatales), a la vez de resaltar defectos morfológicos y de temperamento».
«Si bien se reconoce que la consanguinidad puede ser beneficiosa cuando se trata de fijar caracteres positivos y cuando se aparean animales emparentados de características excepcionales, hoy nos encontramos todavía en etapas iniciales en la que debemos seguir depurando los planteles e identificando los mejores animales para la reproducción, por tanto, el riesgo de la consanguinidad todavía es elevado», fundamentaron.

Botón volver arriba