
Se desarrolló la primera faena controlada de ovinos en el Penal El Potrero, de Gualeguaychú, en el marco de una iniciativa de seguridad alimentaria. El objetivo es «favorecer la comercialización de la carne con un sistema donde el productor mantiene la propiedad del producto».
“Trabajamos en fortalecer al sector ovino a partir de una iniciativa de productores entrerrianos y lo hicimos con la participación de instituciones como el INTA, Senasa y la Dirección de Producción Animal de la Provincia”, afirmó el ministro de Desarrollo Económico, Guillermo Bernaudo.
La iniciativa surgió tras un acuerdo entre productores del grupo Cabañeros Unidos, en la oficina técnica del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Urdinarrain, con el Secretario de Agricultura y Ganadería, Raúl Boc-Ho; el director general de Producción Animal, Martín Sieber, y el director de Recursos Naturales y Fiscalización, Marcelo Sapetti; sumados a representantes de entidades agropecuarias y de la Agencia de Extensión Rural Gualeguaychú.
“El objetivo central era llevar los animales a una faena controlada y trasladar la carne al destino final, con la condición de que el productor mantenga la propiedad del producto. Para ello, tuvieron que inscribirse como matarife en el Registro Único de Operadores de la Cadena Agroindustrial (RUCA), requisito para vender sus animales de la cooperadora al frigorífico, pagar el servicio de faena y salir de ahí con todos los sellos legales para la carne”, indicó Sieber.
Y agregó: «Ante esta situación, la dirección de Fiscalización asesoró a los productores para registrarse en el RUCA, y posteriormente se concretó el traslado de manera segura e inocua hasta carnicerías, en este caso de Concepción del Uruguay”.
“Este es un modelo piloto a seguir para que otros productores se animen a inscribirse en el registro RUCA”, finalizó el funcionario.