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Inseminación artificial y congelamiento de semen en ovinos y caprinos, dos técnicas para mejorar la genética

El desarrollo de técnicas de congelamiento de semen y la inseminación artificial en ovinos y caprinos permiten mejorar la genética de estos animales.
El semen de ovinos y caprinos se puede congelar en pajuelas o en pastillas y para conservarlo, se coloca en un termo de nitrógeno líquido. En la inseminación artificial, se puede utilizar semen congelado. Sin embargo, el proceso de congelamiento y descongelamiento puede reducir la viabilidad espermática.
Para la inseminación artificial en ovejas, se puede utilizar la técnica laparoscópica intrauterina. Es necesario sedar a la oveja y colocarla en un habitáculo que la inmovilice.
En cambio, para la inseminación artificial en cabras, se puede utilizar una vagina artificial para recoger la muestra seminal.
El INTA Bariloche organiza cursos de entrenamiento en congelamiento de semen e inseminación artificial en ovinos y caprinos.

Técnicas

Un informe sobre obtención, procesamiento y conservación del semen ovino, realizado por los expertos del INTA Marcela Cueto, Alejandro Gibbons, María Macarena Bruno y Jimena Fernández, destacó que «la obtención y fraccionamiento del semen de un carnero genéticamente superior para su utilización en fresco permite acelerar el mejoramiento de las características productivas de las majadas, al aumentar el número de crías logradas con respecto a las que se obtendrían en servicio natural».
«Las técnicas de congelamiento de semen posibilitan aún más la multiplicación y difusión de genes, al mismo tiempo que su conservación por períodos más prolongados de tiempo. El uso de semen congelado ovino produjo un gran impacto en el mejoramiento genético mundial, al permitir acelerar considerablemente el flujo de material genético superior hacia sectores poblacionales de inferiores características productivas, así como al facilitar el transporte de semen a nivel internacional», precisaron.
Y añadieron: «Su utilización permite asimismo la absorción genética de una raza local por una introducida, a través de cruzamientos absorbentes en varias generaciones. Se evita también el costoso
traslado de los reproductores y se disminuye el riesgo sanitario».
«Por último, es de destacar la posibilidad que brinda esta técnica de preservar especies en riesgo de extinción, así como conservar la variabilidad genética de aquéllas que se ven sujetas a un continuo proceso de mejoramiento de sus características productivas, al permitir el almacenamiento de semen fértil sin limitaciones de tiempo», resaltaron.

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