
El estudio elaborado por las investigadoras Gloria Lynch, Laura Simonetti, Mercedes Ghibaudi, Mercedes Mc Cormick y L. Arana, publicado por la revista MDA, reveló que en Argentina, el tambo ovino comenzó a tomar relevancia hace 30 años atrás.
«En el primer relevamiento realizado a nivel nacional se identificaron más de 30 productores y menos de 1000 ovejas totales en ordeñe. Posteriormente, en el año 2002 se contabilizaron 56 tambos, de los cuales el 50% se ubicaron en la provincia de Buenos Aires. Actualmente esta provincia, sigue teniendo el mayor número de tambos registrados del país (25 registros)», explicaron.
Según señalaron, «estos establecimientos son en su mayoría empresas familiares con un promedio de 28 has, y majadas que van de 20 a 400 ovejas en ordeñe en promedio».
«A diferencia de los tambos vacunos, en esta producción no es habitual realizar la lactancia artificial de corderos. El 40% de los tambos realiza un destete abrupto de los corderos entre los 15 y 45 días de vida, momento a partir del cual se inicia el ordeñe y dentro de este grupo, sólo un 25% desteta precozmente a los 15 días posparto», enfatizaron.
Y agregaron: «El 60 por ciento restante realiza el sistema de media leche, es decir comienza el ordeñe de las ovejas en promedio hacia los 18 días posparto sin destetar completamente los corderos».
«Estos últimos se apartan de sus madres hacia el atardecer y se vuelven a juntar con ellas inmediatamente luego del ordeñe matinal. Este sistema de media leche termina hacia los 70 días posparto, momento a partir del cual la producción lechera se destina totalmente al ordeñe. Por último, algunos productores realizan el destete temprano a los 30 días de edad. Sin embargo, este retraso en el ordeñe implica perder por lo menos 45 litros de leche/oveja, ya que un cordero en el primer mes de vida engorda 9 kilos aproximadamente y la eficiencia de conversión de leche a carne en ese primer mes es de 5 litros/kilo de cordero», precisaron.

Las investigadoras manifestaron que, «teniendo en cuenta que el ingreso principal de los tambos ovinos es la producción de leche, la edad en que se destetan los corderos resulta crucial en la rentabilidad de los sistemas».
«Sin embargo, los destetes anticipados o la lactancia artificial pueden tener mayores costos y otros desafíos de manejo. En este sentido, el objetivo de la presente revisión es brindar conocimientos actuales sobre los efectos del destete en los corderos, para que se pueda tomar la mejor decisión de manejo, teniendo en cuenta el bienestar del cordero y el de la madre, la simplificación de las tareas y el mejor resultado económico», advirtieron.
El destete puede darse en forma “natural” o puede producirse artificialmente, ya sea de manera abrupta
o por etapas. El destete natural implica una reducción progresiva de la ingestión de leche con un aumento en la ingesta de alimento sólido. El “destete abrupto” se realiza con la separación física entre la oveja y su cría, de forma tal que tampoco tengan contacto visual, auditivo u olfativo, luego del destete y es el sistema más utilizado en los establecimientos comerciales.
El informe determinó que, «en los tambos ovinos en Argentina, existen diversos sistemas de destete de corderos».
«Generalmente estas decisiones pasan por la posibilidad ocasional de la venta del cordero, sin tener en cuenta otros parámetros. En esta revisión planteamos sólo tres sistemas de destete, a fin de presentar las múltiples aristas a considerar: lactancia artificial, destete temprano a los 30 días en comparación con media leche a partir de los 15 días de nacido. La lactancia artificial implica la separación de la oveja y su cría en los primeros días de vida, realizando la alimentación de los corderos con leche o alimentos sustitutos de ésta», señalaron.
Y agregaron: «El sistema ad libitum es bueno para el crecimiento de los corderos, pero tiene un costo más alto (el doble del costo del alimento). Sin embargo, no fue evaluado cómo se desarrollarán estos animales en su vida adulta»
«La bibliografía consultada muestra distintos sistemas de destete de los corderos en el tambo, todos factibles y con buenos resultados. La elección por alguno de ellos deberá tener en cuenta otros factores como la mano de obra, las instalaciones y la alimentación. Es decir, todo aquello que haga al bienestar de los animales, de las personas y de un resultado económico positivo», concluyeron.