
En el marco de su visita a un pesebre viviente en la parroquia romana de San Alfonso de Ligouri, el 7 de enero de 2014 cuando se desarrollaba la fiesta de la Epifanía, el papa Francisco volvió a ser protagonista de una situación inédita y que llamó la atención: fue fotografiado con un cordero sobre sus hombros.
Mientras el Sumo Pontífice saludaba a los más de 200 asistentes a la celebración, una mujer tomó un borrego que formaba parte del pesebre y lo colocó sobre los hombros de Jorge Bergoglio, que no atinó a otra cosa que mostrar su clásica sonrisa. Lejos de ser una imagen «insólita» o que simplemente arranque una sonrisa, su significado va mucho más allá.
La imagen del cordero también tiene un significado religioso, ya que el cordero es un símbolo de Jesús, el «Cordero de Dios», cuyo sacrificio se identifica con el sacrificio de Jesús en la cruz.