
«Las ovejas tienen pupilas rectangulares que les permiten un amplio campo visual con visión panorámica de aproximadamente 270° a 300°», precisó en la Guía de manejo ovino, Martín Diego Villa, especialista del Centro Regional Patagonia Sur, del INTA.
El informe reveló que «el ángulo de visión es estrecho, de 25° y 50° hacia adelante». En ese segmento «tienen visión estereoscópica o binocular, lo que les permite detectar la distancia».
«Inmediatamente delante de la nariz no ven. Hacia atrás del animal, dependiendo de la cobertura de lana de la cara, queda un área ciega de alrededor de 70°. Esta limitación es salvada al estar junto con otras ya que en conjunto ven los 360° de circunferencia», destacó el experto.

Y agregó: «Tienen dificultad para juzgar profundidad (agua, sombras, etc.), prefieren lugares bien iluminados y se resisten a entrar en sitios sombreados u oscuros. También reaccionan con miedo a colores no habituales».
En relación a la audición, Martín Villa precisó que «las ovejas tienen un oído desarrollado y muy sensible a sonidos agudos».
«Las orejas son muy móviles y les permiten detectar mejor el origen de los sonidos, lo que es fundamental para la detección de depredadores», explicó.