Destacada 1

Se realizó el encuentro «Saber ovejero», que busca rescatar «el valor de la lana y los saberes comunitarios»

Se realizó el primer encuentro de “Saber Ovejero”, un proyecto de extensión de la UNICEN, que busca rescatar el valor de la lana y los saberes comunitarios vinculados al hilado y al tejido artesanal. El encuentro se concretó en la Sociedad de Fomento del Barrio Belgrano, de Tandil.
Según informaron los organizadores, la propuesta, coordinada por las docentes de Ciencias Veterinarias Patricia Alvarado y Jimena Fernández, propuso generar espacios de diálogo de saberes entre la universidad y la comunidad, para visibilizar experiencias, construir redes y proyectar acciones colectivas que fortalezcan la cadena de valor artesanal de la lana.
La jornada reunió a más de 30 personas -en su mayoría mujeres- apasionadas por el hilado, el telar y el tejido en todas sus formas: a dos agujas, crochet, fieltro o técnicas mixtas.

“Soy tejedora hace más de 40 años. Me encanta, es mi vida. No hay un día que no tenga un tejido arriba de la mesa”, se escuchó en uno de los audios compartidos que daban cuenta del primer contacto de los integrantes del proyecto con las participantes.
“Mi abuela y mi bisabuela hilaban lana en La Pampa. Yo no las conocí, pero eso se trae. Está en una”, dijo otra mujer, evocando sus raíces profundas.
Luego, un mapa colectivo permitió ubicar a las personas y sus trayectorias dentro del entramado territorial de Tandil y la región.
Además, Julia Aguirre (tejedora, capacitadora e impulsora del proyecto), Facundo Arregui (director del CEA 12) y Eugenia Zubiarrain (técnica de la AER INTA Maipú), compartieron su recorrido y su compromiso con la cadena de valor artesanal de la lana, desde la producción primaria hasta la formación, la asociatividad y la comercialización.
Durante la segunda parte de la jornada, los asistentes se organizaron en grupos según tres ejes: aprender, enseñar y comercializar. A partir de una serie de preguntas disparadoras, reflexionaron sobre sus saberes, necesidades y deseos. El ejercicio permitió visibilizar puntos de encuentro, desafíos comunes y oportunidades de articulación para seguir fortaleciendo este entramado productivo y cultural.
La jornada culminó con la exposición de los afiches producidos por cada grupo y una emotiva dinámica simbólica: una red tejida con lana, donde cada persona eligió una palabra que sintetizara lo vivido. “Inspiración”, “memoria”, “futuro”, “red”, “compartir” fueron algunas de las elegidas.

Botón volver arriba