
Un ejemplar de la raza Charollais se presentó por primera vez en la mítica Rural de Palermo, a través del productor, docente y experto en ovinos, José Luis Roberi.

La raza que lleva el nombre de la región francesa en la que se desarrolló a principios del siglo XIX, surge del cruzamiento entre la raza Landrance y sementales ingleses de la raza Leicester (Dishley). El objetivo fue mejorar las aptitudes carniceras de la primera.
Tiene una alta valoración por sus cualidades maternales, alta prolificidad, buena capacidad lechera, al tiempo que produce corderos con buenos crecimientos y canales de buena conformación.



La raza es de buena capacidad de adaptación a muy distintas latitudes, se explota tanto en sistemas de pastoreo intensivo como en semiestabulación, produciendo corderos con buenos crecimientos y canales de muy buena conformación sin demasiados depósitos grasos.
Características
Animales potentes, de gran tamaño, macizos, con el vellón muy circunscrito a las regiones corporales, de mechas cortas y peso en torno a los 3 Kg. y fibras de unas 28-30 micras.
La cabeza está desprovista de lana y a menudo de pelo; presentando una pigmentación rosa o gris que a veces tiene pequeños puntos negros.
La frente es amplia y órbitas separadas. Las orejas son finas, largas y móviles, del mismo color que la cabeza. Morro ancho y labios gruesos y mucosas de color rosado.
El tronco es largo y arqueado, dorso recto y musculoso, espaldas bien unidas al tronco. El pecho es amplio y profundo.
Grupas amplias, largas muy musculadas, piernas ampulosas y bien descendidas.
Extremidades desprovistas de lana, bastante cortas, pigmentadas, pero nunca muy oscuras. Buenos aplomos