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Especial para Portal Ovino – La estampilla de Mongolia sobre las ovejas en las tierras altas

Especial para Portal Ovino
Por Oscar Jensen

Mongolia – Año 1982
Ovejas en las Tierras Altas

Mongolia, país sin litoral situado entre Rusia y China, mantiene una milenaria tradición pastoril, donde la cría de ovejas continúa siendo una actividad central, tanto en lo económico como en lo cultural. Actualmente alberga unos 30 millones de ovinos, en su mayoría de cola grasa, adaptados al clima extremo y productores de lana tapicera.
Según el catálogo mundial Yvert & Tellier, Mongolia ha emitido desde 1924 un total de 5.165 estampillas, de las cuales 51 representan ovejas. La pieza titulada «Ovejas en las Tierras Altas» corresponde al número Yt: MN 1210.
Diseñada por G. Radnabazar, la estampilla tiene un formato de 50 x 40 mm y un valor facial de 30 möngö, fracción del tögrög, la moneda oficial de Mongolia. Fue emitida por Mongol Post e impresa en instalaciones estatales del servicio postal.
Esta emisión, lanzada en 1982, muestra un grupo de ovejas pastando en un paisaje montañoso de la provincia de Zavkhan, con los imponentes montes de Otgon Tenger al fondo. Las ovejas representadas pertenecen probablemente a un tipo local de cola grasa, como las variedades Bayad o Khalha, fácilmente reconocibles por su cuerpo blanco y la pigmentación oscura en el rostro y las patas, desprovistas de lana.
La inscripción en la parte superior derecha, «ЗАВХАН «ОТГОН ТЭНГЭР», escrita en cirílico mongol, puede traducirse como “Zavkhan – Otgon Tenger”, en alusión a esa provincia y a la montaña más alta de la cordillera Khangai, considerada sagrada en la cultura mongola.
En la parte inferior de la estampilla, se lee «MONGOLIA – МОНГОЛ – ШУУДАН», lo que se traduce como “Mongolia – Mongol – Correos”, o simplemente “Correos de Mongolia”, indicando su carácter oficial.
Durante la década de 1980, Mongolia contaba con aproximadamente 13,5 millones de ovejas, distribuidas entre unas 15 razas locales de cola grasa, rústicas, adaptadas al clima extremo y valoradas por su capacidad productiva de lana tapicera, carne y grasa.
La lana se destinaba a la confección de fieltros densos y resistentes, así como de alfombras y tapices artesanales. La carne ovina constituía la principal fuente de proteínas animales para las familias nómadas, mientras que la grasa almacenada en la cola aportaba sabor y energía esenciales para enfrentar el clima extremo de Mongolia.
Durante la década de 1980, la producción ovina en Mongolia se desarrollaba bajo un sistema extensivo y estatalizado, basado en el pastoreo nómada y seminómada. Los rebaños pertenecían a cooperativas agrícolas o granjas estatales, y eran atendidos por grupos familiares de pastores que migraban estacionalmente en busca de pasturas naturales, siguiendo una lógica de manejo tradicional adaptada al clima y al paisaje.
Desde entonces, la población ovina ha crecido significativamente, superando los 29 millones de cabezas. Este aumento se atribuye a la privatización del ganado tras la disolución del sistema socialista, junto con la valorización cultural y económica del ovino y una creciente demanda de carne, lana y grasa en los mercados interno y regional.

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