
Un informe del INTA reveló la importancia del perro como protector de ganado y resaltó que el animal “convive con la majada en forma permanente, reconociéndola como su familia y comportándose como un miembro más”
“No rodea ni arrea, sólo vigila y recorre su territorio marcando especialmente los límites con orina y heces. De esta manera los carnívoros silvestres u otros perros reconocen que el territorio está ocupado y los disuade de entrar, haciendo que prefieran sitios no marcados”, señalaron en el estudio elaborado por los ingenieros agrónomos Martin Villa, Demian Ceballos Franca Bidinost y Marcela Cueto.
Los especialistas destacaron que, “ante cualquier sospecha de peligro, ruidos, presencia de desconocidos, depredadores e incluso caballos o vacas (si no está improntado con dicha hacienda), emite ladridos direccionales y se interpone entre el ganado y aquello que observa como amenaza, resguardando así al ganado”.
“Rara vez ataca a los depredadores. Hay dos comportamientos básicos que se pueden observar en los perros de protección, uno más activo y uno pasivo. En el primero el animal ronda la zona a vigilar y vuelve de vez en cuando sobre sus pasos con el fin de detectar posibles amenazas antes de que alcancen una distancia peligrosa”, aclararon.
Y agregaron: “en su comportamiento pasivo, el perro permanece más cerca de la majada. Cuando existe más de un perro, suelen adoptar cada uno un rol diferente, complementándose”.
Sobre la consulta si cualquier perro sirve como protector, desde la Estación Experimental Agroforestal Esquel del INTA señalaron que “hay experiencias de utilización de animales cruzas sin raza definida, existen numerosas razas especializadas en Europa y Asia”.
“En Argentina, las más difundidas son Maremmano Abruzze, originaria de Italia y dos razas españolas, el Mastín del Pirineo y el Montaña del Pirineo. Son perros de gran tamaño, con más de 45 kg de peso adulto y en general de color claro, predominando el blanco”, precisaron.
Y añadieron: “El Mastín y el Montaña del Pirineo pueden presentar manchas de color gris o pardo. Todas las razas han sido seleccionadas durante muchas generaciones, logrando animales de carácter tranquilo e independiente, con un fuerte instinto de guarda y protección, capaces de recorrer grandes distancias y que por ser rústicos pueden vivir toda su vida a la intemperie en el campo”.
¿Cómo lograr un perro protector?
Los especialistas resaltaron que, “además de seleccionar la raza adecuada, el cachorro que se quiera usar como protector se debe someter al proceso de impronta”.
“La «IMPRONTA” es la socialización del cachorro con el tipo de hacienda que debe proteger. Este proceso aprovecha los períodos críticos de socialización en la vida del cachorro para lograr un apego total y permanente hacia ella, de manera que nunca se separe del hato o majada”, señalaron.
Este proceso de impronta, “unido al instinto innato de guarda y protección, permite lograr un perro “protector de ganado” que realice la tarea para la cual fue seleccionado”.
La impronta, comienza prácticamente desde el nacimiento y si no se hace correctamente, se corre el riesgo de que el perro no conviva con el rebaño o se aleje de éste por largos períodos de tiempo, dejándolo totalmente desprotegido con lo cual no cumpliría su función. No se puede lograr un perro protector comprando un cachorro de destete de un criadero sin la impronta correcta con la hacienda.