
Un informe de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional reveló cuáles son «algunas de las ventajas competitivas de la carne ovina argentina» y destacó los recursos naturales, el sabor y las condiciones de producción.
Según surge del estudio, «los sistemas de producción extensivos, principalmente en la Patagonia, son óptimos para el desarrollo de la actividad» y valorizó «la crianza y el pastoreo natural, a campo alambrado, que hacen del cordero patagónico un producto bien diferenciado, con un sabor muy particular, de alto valor agregado y orientado a un nicho de buen poder adquisitivo».
Además, señalaron que «la producción primaria de Argentina tiene el potencial para aumentar rápida y
sustancialmente el número de animales para faena».
«El sector no solo cuenta con las condiciones naturales necesarias, sino que el ciclo productivo de carne ovina es relativamente corto, comparado, sobre todo, con el ciclo de carne bovina. Además, el país dispone de frigoríficos adecuados a los requerimientos de los mercados más exigentes», enfatizaron.
Y añadieron que «la Patagonia es reconocida como zona libre de aftosa por los principales organismos el sector a nivel global, un requisito para exportar carne ovina a destinos con altos estándares sanitarios, como Estados Unidos o la Unión Europea». Argentina también está libre de scrapie, otra enfermedad que afecta a las ovejas.
En relación al bienestar animal y la preservación del medioambiente, señalaron que «el predominio de sistemas de pastoreo extensivos en campos naturales facilita, a futuro, las certificaciones de productos
orgánicos».