
«El gusto de la carne de burro es excelente, es una carne magra y tiene muchas propiedades», afirmó el médico veterinario Rogelio Alignani, tras la Jornada Nacional de Producción de Burros que convocó a profesionales y productores del país. El evento se realizó en la Estancia El Pichanal, en Santa María, Catamarca
En diálogo con Portal Ovino, Alignani manifestó que la Estancia «es pionera en impulsar la producción de burros en lechería y carne»
«Estamos trabajando en estudios para determinar cantidad de animales por hectáreas y condiciones de productividad. Se están elaborando planes de destete y manejo. Es una tarea de dos años que vamos a presentar en la próxima jornada. El objetivo es realizar un estudio completo con INTA de Belén, Ganadería de Santa María y el Ministerio de Producción de Catamarca», precisó.
Y agregó: «El consumo de carne de burro viene desde la época de la colonia, pero luego cayó en desgracia. El gusto de la carne es excelente, es una carne magra y tiene muchas propiedades. Queremos convertir a la estancia en un modelo de producción para zonas áridas»

«Desde las características productivas hay mucho por aprovechar. El burro es un habitante natural, pero salvaje, sin dueño. Me sorprendió que un animal con todo el potencial que tiene estuviera desvalorizado. Hicimos el primer tambo de producción de leche para la generación de cosméticos Iveloa. Luego, surge el desarrollo del consumo de leche», explicó.
Alignani destacó que «hay una costumbre en la zona del consumo de carne como medicamento y nosotros estamos abriendo la discusión para que se conozcan todas las bondades del consumo»
«Estamos en una zona donde el burro se adapta totalmente y podemos aprovechar toda estas posibilidades para trasladarlo a todos los lugares donde se puede producir. También hay muchas posibilidades de ser un país exportador de carnes de burro, pero hay que hacer las cosas bien. Es necesario saber cuál es la cuota de extracción que podemos aplicar en el valle, es decir, cuántos burros se producen para no bajar el stock», explicó.



El productor resaltó que «es preciso hacer estudios, censos y evaluaciones normativas para evitar la informalidad»
«Tenemos dos formas de registros de los animales. Uno que es interno, y el otro, exigido por SENASA, con la aplicación de chip para identificar al animal con la estancia. Nuestra manada de burros es de 250 animales. Es importante amansar al burro y tener una organización», subrayó.
Alignani destacó que «también es necesario incorporar a los frigoríficos para que estén todos los integrantes de la cadena de comercialización»
«Está habilitada la faena de burros, pero se requieren frigoríficos que cumplan con las normativas vigentes. Hay mucho desconocimiento y por eso necesitamos dar pasos firmes, sin apresurarnos, pero con el objetivo de consolidar el proyecto», aseveró.



«Es sanadora»
El propietario de la Estancia El Pichanal revalorizó el aporte de la leche de burra y recordó la consideración ancestral de los pobladores del valle. «Era común que tomarán la leche para prevenir neumonías o tos convulsa. La gente da testimonio de como pudieron sanarse de problemas complicados por el consumo de la leche de burra», señaló.
Y añadió: «Tiene funciones de tratamiento médico que son excepcionales, conocidas hace siglos para enfermedades crónicas, de la piel o hepáticos»


