
De origen británico, la raza ovina Hampshire Down se convirtió en un clásico de la producción argentina. En 1820 se realizó un cruce entre la raza Southdown y la raza Wiltshire Horn, lo que resultó en la raza Hampshire. Inicialmente se expandió a los Estados Unidos en 1840 y luego, alcanzó los principales mercados productivos del mundo. De aptitud carnicera, los animales logran una gran precocidad y capacidad de engorde.

La oveja Hampshire Down es de cara negra y mucosas pigmentadas. Cuenta con vellón sin estilo, áspero, sin mecha. Tiene la cara y patas sin lana. Su cuerpo es robusto y musculoso, lo que la convierte en una excelente opción para la producción de carne.

Es un animal que se adapta a clima templado-frío a frío, subhúmedo a húmedo. Su presencia está difundida en la Región Pampeana, Córdoba, Santa Fe, Patagonia y Valles Precordilleranos de Neuquén.
Gracias a sus características físicas, productivas y reproductivas, es una de las razas ovinas de mayor popularidad en todo el mundo. Las ovejas Hampshire tienen, en general, de dos a tres corderos por parto. Estas crías logran un rápido crecimiento y alcanzan un peso de mercado en un corto período de tiempo.
La raza Hampshire es capaz de adaptarse a una amplia variedad de condiciones climáticas y ambientales, son resistentes a muchas enfermedades y parásitos comunes, por lo que pueden ser más fáciles de criar y mantener.
