
El cordero es un símbolo religioso que logró trascender culturas y expresiones de fe a lo largo de la historia.
En la antigüedad, el cordero era comúnmente utilizado como objeto de sacrificios a los dioses. Luego, con el Judaísmo, los hebreos tenían gran aprecio por el cordero debido a su carne, lana y piel. Lo consideraban un animal puro (casher), apto para el consumo en la religión judía.
En el Antiguo Testamento, se mencionan sacrificios religiosos con corderos sin tara durante grandes festividades como el Pésaj. En el encuentro religioso, las personas se congregan para la cena del cordero. Hace referencia a la era del Templo judío, traído a Jerusalén, en el que se realiza su sacrificio en la víspera de la festividad judía.
El ritual de la matanza del cordero se remonta a los tiempos en que el pueblo judío abandonó Egipto durante el éxodo. Tras recibir el libro de la Torá en el Monte Sinaí y la ardua travesía por el desierto, finalmente lograron llegar a la tierra prometida.
Para el cristianismo el cordero simboliza al Hombre cuyo profeta es un pastor y también a Jesús, el Cordero de Dios (Agnus Dei), cuyo sacrificio quita el pecado del mundo. Las representaciones de Adán y Eva después de su caída incluyen un cordero para recordar que el pecado original fue redimido por Jesucristo. Además, el cordero aparece en representaciones del anuncio a los pastores, la Natividad, y en el sacrificio de Abel.
En el Islam, el cordero es sacrificado durante las fiestas de Eid al-Adha, en conmemoración del sacrificio de Abraham, o para celebrar el final del mes de ayuno, el Ramadán (Eid al-Fitr). El cordero, en el sentido estricto de joven oveja sin destetar, no puede ser consumido en el Islam.
Cada año, los musulmanes ansían la aparición de la luna creciente que indica el comienzo del primer día del Ramadán, el mes más sagrado de la cultura islámica, que implica un tiempo de autorreflexión y contención. Pero además de esta, otras grandes fiestas religiosas del Islam se guían por la luna, como el Eíd al Fitr, Aíd al Fitr o el Fiesta del Fin del Ramadán y el Eíd al Adha, Aíd al Adha, también llamada la fiesta del cordero.
El cordero también aparece en el escudo heráldico de varias ciudades francesas como Grasse, Carcasona, Rouen y Lannion. A finales del siglo XIII, Luis IX de Francia acuñó una moneda de oro, el Agnel, conocido como «agnel de oro» o «cordero de oro», que representaba al Agnus Dei.
Fuente: National Geographic, AMIA, El Confidencial y Dorea.