
El impulso de la ganadería regenerativa encuentra un desarrollo clave en el Campo Escuela de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, de la Universidad Nacional de Córdoba. El predio, que está ubicado en Capilla de los Remedios, en la región del Espinal, comenzó a proyectarse en el 2020, a través de la cátedra de Rumiantes Menores, que dirige la ingeniera agrónoma Guadalupe Romero.
En el Campo Escuela se realiza ganadería regenerativa a través de la metodología holística diseñada por Allan Savory. El lugar cuenta con 60 ovejas Texel y está orientado a la producción de corderos (destete y venta a los 3 meses de edad) .

Según precisaron desde la Cátedra a Portal Ovino, el modelo de trabajo implica «la planificación de pastoreos en ocho hectáreas que provenían de la agricultura: cuatro de de Panicum Coloratum y cuatro de especies naturales».
Los investigadores aplican diferentes estrategias para «mejorar la condición de las parcelas, como el pastoreo con bovinos sobre la pastura encañada, la activación de tiempos de recuperación más prolongados en parcelas con sitios degradados y el uso de bloques con sal en lugares clave».

«De esta forma, se incrementa el impacto animal a la salida del invierno, se promueve la instalación de especies deseables y plantas nuevas de P.coloratum, y se incrementa la homogeneidad del pastoreo», precisaron.
Y añadieron: «Además de las prácticas regenerativas en el manejo del pastoreo, acompañadas por la gestión sanitaria, se maneja la majada por objetivos de condición corporal (pre servicio, preparto, al destete)».
Cada año se mide la disponibilidad forrajera por doble muestreo y se evalúa la tendencia ecológica a través del Indice de Salud Ecosistemica (ISE, método EOV Savory, 2021).

Al ser consultados sobre los resultados, detallaron que «los valores de ISE si bien son negativos, tienen una tendencia positiva pasando de -12 a 0 en 4 años de implementación (a partir de 30 se establece que un ambiente se regeneró)».
«La producción de forraje con 250 mm de precipitaciones debajo del promedio zonal en los 4 años (500 mm vs. 750mm) se incrementó cada año desde la implantación de la pastura, acompañando el crecimiento de la majada», destacaron.
El equipo de trabajo consideró que «los campos de regiones semiáridas y con lluvias muy erráticas poseen una respuesta lenta de la practicas regenerativas».

«El ovino en estás condiciones genera disturbios y parches de degradación que deben manejarse lote a lote, con descansos estratégicos programados. En esto, el bovino es el mejor complemento por su aporte desde el impacto animal: mejor distribución de bosta/orina y efecto pezuña. Es necesario entender que estos procesos llevan tiempo y requieren horizonte claro, perseverancia y paciencia», precisaron.
Y agregaron: «Los resultados productivos acompañan y son alentadores. Nos ayudan a movernos a un modelo silvopastoril regenerativo acompañando al equipo en la incorporación de arboles de especies nativas y en la planificación de pastoreo».
Desde la Facultad de Ciencias Agropecuarias adelantaron que prevén incorporar las mediciones en suelo para evaluar el impacto en porcentaje de materia orgánica, N, P y K del modelo propuesto».
