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El estrés en el destete ovino y cómo mitigar su impacto

El destete, que implica la separación física definitiva de la oveja y su cría, produce un estado de estrés tanto en la madre como en el cordero, que puede generar complicaciones sanitarias en el animal. Un informe elaborado por los investigadores Florencia Agustina Szorobura, Gloria María Lynch, Laura Simonetti, Mercedes Ghibaudi, Mercedes Mc Cormick y Juan Manuel Arioni, de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, reveló que «en las producciones lecheras ovinas los destetes muchas veces se realizan de manera anticipada para obtener un mayor volumen de leche para su comercialización o industrialización».
El informe apuntó a las prácticas que podrían mitigar el estrés como, por ejemplo, el enriquecimiento social, y así mejorar el bienestar animal. «Esto no solo contribuiría a la sostenibilidad de la producción, sino que también tendría un impacto positivo en la salud humana, ya que un animal menos estresado se enfermaría menos, reduciría el uso de medicamentos y, en consecuencia, los residuos químicos. Esto conducirá a la producción según el concepto de una sola salud y un solo bienestar», señalaron.
Los expertos advirtieron que «la práctica del destete produce cambios nutricionales, ambientales y sociales que provocan un estado de estrés tanto en la madre como en la cría. El destete también involucra la transición de alimentación líquida a sólida, afectando a los corderos, no sólo en términos de la relación materno-filial, sino en términos de salud del cordero, por ende en su bienestar».
El destete natural se produce a medida que va disminuyendo la producción de leche de la madre. Sin embargo, en los sistemas productivos tradicionales este tipo de destete no es económicamente rentable, por lo cual se recurre al destete artificial, en forma anticipada. La decisión del momento de destete dependerá de varios factores tales como: la condición de la madre y del cordero, el sistema productivo, los intereses comerciales.
El diagnóstico precisó que, en Argentina, el 40% de los tambos realiza un destete abrupto de los corderos entre los 15 y 45 días de vida, momento a partir del cual se inicia el ordeñe. «Dentro de este grupo, sólo un 25% desteta precozmente a los 15 días posparto. El resto de los casos (60%), adopta el sistema de media leche, es decir comienza el ordeñe de las ovejas en promedio hacia los 18 días posparto sin destetar completamente los corderos. Estos últimos se apartan de sus madres hacia el atardecer y se vuelven a juntar con ellas inmediatamente luego del ordeñe matinal», precisaron.
Mc Cormick destacó que la actividad lechera ovina en Argentina es una de las más recientes actividades pecuarias, encontrándose en el año 2002, con 56 establecimientos en todo el país, de los cuales el 50% se ubicó en la provincia de Buenos Aires. Los tambos ovinos en Argentina se caracterizaron por estar conformados por majadas de menos de 150 ovejas y destinar una utilización del suelo de 40 ha promedio. Las razas lecheras más utilizadas fueron Frisona del Este, Pampita y sus cruzamientos, y en menor medida y muy focalizada en la región norte del país, la raza Manchega.

    Sistemas de destete

    El destete puede darse en forma “natural”, o puede producirse artificialmente, ya sea de manera abrupta o por etapas.
    En situaciones naturales (destete natural), el amamantamiento disminuye a medida que los corderos crecen, con períodos de lactancia más cortos y menos frecuentes (Arnold et al., 1979). Además de la disminución del consumo de leche y su reemplazo por alimentos sólidos, el cordero comenzará a tener independencia social (Weary et al., 2007). Asimismo, a medida que aumenta la edad del cordero, aumenta la distancia física con su madre; mientras que en el primer mes de vida las ovejas son las encargadas de mantenerse cerca de su cría, luego de este período será el cordero el encargado de buscarlas a ellas (Hinch et al., 1987).
    El destete artificial, separación de la madre y el cordero en forma no natural, puede realizarse de distintas maneras. El “destete abrupto” es la forma más común en los establecimientos comerciales. En este sistema se realiza la separación física entre la oveja y su cría, de forma tal que tampoco tengan contacto visual, auditivo u olfativo, luego del destete. En el destete abrupto, el cordero perderá la dependencia de su madre, ya que generalmente se lo lleva a un lugar alejado con otros corderos de la misma camada.
    Otro sistema es el “destete en etapas”; en este sistema el destete se realiza en forma progresiva, aumentando el tiempo de separación entre la oveja y su cordero, hasta llegar a la separación total. Una forma de realizar el sistema en etapas es ubicando a los corderos con un alambrado por medio de sus madres durante un tiempo donde los animales puedan verse, escucharse, olerse, pero no tener el contacto físico suficiente para mamar; luego de ese tiempo, en la segunda etapa se procede al destete definitivo en el cual, el cordero y su madre, no tendrán ningún tipo de contacto. Otra manera de implementar el destete en etapas es impidiendo que el cordero mame al tapar la ubre de su madre. Schichowski et al. (2007) compararon el destete tradicional con uno en etapas. El destete tradicional se realizó mediante la separación abrupta del cordero y su madre. El otro destete se realizó en 2 etapas, en el cual durante la primera semana se tapó la ubre de la madre sin permitir el amamantamiento y luego en la segunda semana se produjo la separación definitiva. Estos autores demostraron que evitar que los corderos mamen antes de la separación total puede reducir el estrés de los corderos destetados, aunque la fijación de la red en ubres llevaría mucho tiempo, por lo tanto, consideran que este método sólo sería práctico en majadas de pocos animales.

      Momentos de destete

      Los corderos pueden ser destetados en distintos momentos, pero cada uno de ellos implicará condiciones especiales para realizarlos. A los momentos de destete los podríamos listar de la siguiente manera:

        • Destete en los primeros días de vida
        • Destete precoz: 30 – 45 días
        • Destete después de los 60 días

        La separación de la oveja y su cría en los primeros días de vida implica la alimentación de los corderos con leche o alimentos sustitutos de ésta mediante lactancia artificial (“guachera”). Esta alimentación láctea se realiza hasta que el cordero desarrolle su rumen y la dieta se base en alimentos sólidos (Herrera, 1995). La lactancia artificial puede tener distintos objetivos, tales como compensar un aporte insuficiente de leche por parte de la madre (por un número elevado de corderos, o por problemas particulares de la oveja), mejorar el estado de la madre para aumentar la frecuencia entre partos, o bien porque la leche sea un producto comercializable.

        Estrés al destete

        El estrés es una consecuencia no deseada de la práctica del destete, tal como lo citan Freitas-de-Melo y Ungerfeld (2015): “La remoción abrupta y completa de los corderos antes de la edad del destete natural es una situación estresante para la oveja y para el cordero, provocada por diferentes estresores: 1) emocional, generado por la ruptura del vínculo madre-cría; 2) cambios en el ambiente físico y social, ya que al menos uno de ambos es alojado en un nuevo ambiente, muchas veces con otros animales con los que no tenía contacto previo; 3) cese de la succión, lo que implica el cese de los cambios neurofisiológicos inducidos por la misma; y 4) cambio nutricional, generado por la pérdida de la leche y su sustitución completa por otros alimentos”
        El cortisol es uno de los principales indicadores endocrinos de la respuesta de estrés en ovinos. Los niveles de cortisol pueden elevarse luego de intervenciones quirúrgicas, como lo demostraron Fell y Shutt (1989), citados por Romero Peñuela et al. (2011) en una de sus investigaciones relacionadas a las respuestas conductuales y hormonales al estrés quirúrgico en ovejas.
        El incremento de cortisol se asocia a la respuesta inmune, por lo cual el cordero post-destete va a sufrir consecuencias fisiológicas de tipo inmune que pueden llegar a poner en juego su sobrevida según la intensidad con las que éstas se produzcan.
        Como consecuencia del destete, tanto la madre como el cordero transitarán una situación de estrés que les podría provocar un aumento en la susceptibilidad a bacterias y virus oportunistas; a su vez, en los corderos se observaría una disminución de la ganancia diaria de peso, más aún en aquellos destetes anticipados.
        Existen experimentos que demuestran que algunos métodos o manejos al destete pueden disminuir el estrés. Por ejemplo, la introducción de dispositivos intravaginales en las madres, los cuales con la liberación de progesterona reducen la respuesta al estrés por el destete, aunque consideran que a pesar de que el tratamiento redujo los niveles de estrés su aplicación no sería viable por cuestiones económicas; también mencionan un tratamiento con progesterona de manera inyectable, para considerar una metodología más práctica y menos costosa que la anterior. Otro manejo que consideran estos autores es la inducción hormonal del celo de las ovejas el día del destete, al mismo tiempo que se introducen carneros, en donde observaron que, tal como en el método anterior, se vio disminuida la frecuencia de balidos y la concentración de cortisol al destete.
        El destete artificial es un evento estresante tanto para la oveja como para el cordero. Este evento toma mayor magnitud en los tambos ovinos, ya que la leche es el principal objetivo de producción del establecimiento y para ello se requiere de un destete anticipado.
        Sea cual fuere el método y el momento de destete, en todos los casos al realizar esta práctica se debiera tener en cuenta el bienestar animal, intentando minimizar el estrés de los corderos y de las madres. Teniendo en cuenta el concepto de bienestar animal, y dentro de éste la estructura de las 5 libertades enunciadas por la OIE (2019), podemos ver cómo, a partir de la revisión bibliográfica, el destete afectaría a cada una de ellas:

        • el estado mental: el cordero destetado sufriría estrés, miedo y ansiedad;
        • la salud: el cordero estresado transitaría una baja del sistema inmune y mayor sensibilidad a las parasitosis;
        • la nutrición también estaría afectada por cambios en el comportamiento en la tasa de bocado y tiempo de pastoreo, falta de apetito;
        • el comportamiento natural también sería modificado por el destete, además de los cambios en la alimentación; como se mencionó en el párrafo anterior, el cordero incrementaría la intensidad y frecuencia de los balidos, se mantendría inquieto, con menos tiempo de reposo;
        • el ambiente estaría condicionado a fallas en el manejo.

        Las investigaciones enfocadas a evaluar prácticas que mitiguen el estrés y mejoren el bienestar animal en general, tales como las prácticas de enriquecimiento social al destete, no sólo colaborarían con la sostenibilidad del sistema productivo, sino también tendrían un impacto positivo sobre aspectos de la salud humana, ya que un animal menos estresado se enfermaría menos y por lo tanto sería menor la cantidad de medicamentos que necesitará, disminuyendo residuos químicos y encaminado a la producción al concepto de una sola salud y un solo bienestar.

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