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Control de parásitos externos e internos en ovinos

Las majadas ovinas del sur de la provincia de Córdoba son afectadas por parásitos internos y externos, en donde su presencia genera daños afectando el normal crecimiento de los corderos, e incluso pueden llevarlos a la muerte, como así también causan un deterioro en la producción de lana, carne y láctea generando grandes pérdidas económicas. Así lo precisó el docente e investigador de la Universidad de Río Cuarto, Juan José Giofredo.
El especialista destacó que, como los sistemas de producción son extensivos a campo, con una base forrajera sobre pasturas naturales o cultivadas, los animales se hallan expuestos a un complejo parasitario que afectan a las distintas categorías de producción, sin distinción de edad, sexo, ni razas, abarcando en el caso de los parásitos internos varios géneros de nematodos, platelmintos, como a los protozoarios.

A tener en cuenta

El ciclo completo de todos estos parásitos varían en su duración entre 1 a 4 semanas, teniendo fluctuaciones de acuerdo al tipo de parásito, la época del año y la zona. Por esta razón es necesario el conocimiento del comportamiento epizootiológico anual para luego generar estrategias de control. La reseña y los síntomas nos acercan al diagnóstico, el que es confirmado por un examen coproparasitológico, evidenciándose los huevos de los parásitos en la materia fecal, siendo la coprología una herramienta importante de diagnóstico y de uso para la planificación de tratamientos adecuados.
Los parásitos externos más comunes que afectan las majadas ovinas de la región son la sarna, y el piojo ó “piojera”. Existen distintas forma de aplicar un producto antiparasitario externo, todas ellas efectivas, su elección dependerá principalmente de que es lo que queremos tratar y las posibilidades en cuanto al manejo de los animales y las instalaciones que se tengan (época del año, bañaderos, personal, etc.). Si bien las dos parasitosis son provocadas por distintos especies, los mismos poseen características comunes, son todos parásitos permanentes y obligados, es decir, no evolucionan fuera del ovino y su supervivencia fuera del animal está restringida entre 3 a 15 días. Los tratamientos a realizar
pueden ser inyectables, inmersión o baño, Pour On y por aspersión. Las parasitosis gastrointestinales más comunes en los OVINOS son el Haemonchus sp. o gusano del cuajo,
Ostertagia sp. y Trichostrongylus sp., produciéndose los brotes con más frecuencia en otoño y primavera, con predominio de Haemonchus en los otoñales y en los primaverales se combinan varias especies.
Podría recomendarse el tratamiento de las ovejas al comenzar la parición, o en corderos al destete, pero no siempre es necesario. Por tal motivo, hay que recordar estos momentos de riesgo para hacer un análisis de materia fecal (H.P.G) para establecer si es necesario tratar y definir el tipo de producto para evitar seleccionar cepas resistentes a los medicamentos.
Entre los antiparasitarios a utilizar y su acción sobre los diferentes parásitos se pueden utilizar, siempre bajo la indicación de un médico veterinario: Closantel: controla Fasciola y Haemonchus. No debería usarse en invierno. Bencimidazoles: (fenbendazol, albendazol) se indican contra todos los parásitos internos. Muy afectados por resistencia. Lactonas macrocíclicas (ivermectina, doramectina, moxidectin): se indican contra todos los parásitos internos y externos. Muy afectados por resistencia. Levamisol: se indica contra todos los parásitos internos. Hay casos de resistencia. – es nuevo, solo parásitos internos, no hay resistencia.

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